En el día de hoy el SOCA está realizando paros parciales de una hora por turno sin guardia gremial, lo que obligó a ALUR, por razones de seguridad e integridad de las instalaciones, a detener la operación de la planta de Bella Unión.
Estas medidas sindicales se adoptaron sorpresivamente y sin razonable relación con los temas en consideración ni con los avances en la negociación, en la que se había llegado a un acuerdo que finalizaba el conflicto.
La parada del complejo industrial obligó a detener las tareas de cosecha que se venían desarrollando a gran ritmo y con rendimientos nuevamente excelentes.
La medida adoptada por el SOCA afecta a productores de caña, transportistas y, principalmente, a los cortadores de caña que perderán sus ingresos, que son a destajo, de forma irrecuperable.