14/08/20
El miércoles se advirtió una inclinación en la boya petrolera de José Ignacio, mientras se encontraba fuera de operación.
Una de las seis cadenas de sujeción al fondo del mar se rompió, provocando una escora y un ingreso de agua de mar que la desniveló y hundió parcialmente.
La intervención del personal de ANCAP y contratistas especializados permitió nivelar la boya en la jornada de ayer, extraer el agua y reparar los principales daños causados.
Esta situación, no generó pérdida o derrame de crudo al mar. Las cañerías y manguerotes no fueron afectados.
Se estima que los trabajos necesarios para restablecer el funcionamiento normal insumirán dos semanas, fecha en que se producirá la próxima descarga de crudo.
